Con el tiempo, las partículas atrapadas por el medio se acumulan:
- En lo más profundo de la estructura porosa del material, reduciendo gradualmente la permeabilidad.
- En la superficie, donde forman una torta de filtración, una capa adicional que retiene partículas más finas que las captadas inicialmente por el medio.
Esta obstrucción, ya sea en profundidad o en superficie, aumenta la resistencia al paso del fluido, lo que provoca un aumento de la presión diferencial (ΔP) entre aguas arriba y aguas abajo del filtro.
Cuando el ΔP alcanza el umbral crítico definido por el fabricante o por el proceso, el filtro debe ser sustituido o limpiado.
Por ello, algunos medios pueden lavarse y regenerarse, alargando su vida útil sin comprometer su rendimiento, siempre que se limpien adecuadamente.
La supervisión periódica del ΔP, combinada con el uso de
indicadores de mantenimiento, es esencial para planificar la sustitución o el mantenimiento, limitar las paradas imprevistas y mantener la calidad de la filtración.