Producido en forma de polvo, gránulos o fibra, el carbón activo sigue un
método de fabricación preciso:
CarbonizaciónEn un entorno sin oxígeno, la materia orgánica vegetal seleccionada (corteza de madera, bambú, cáscaras de coco, huesos de aceituna, etc.) se calcina a altas temperaturas. Durante este proceso, las partículas de material carbonizado se evaporan y crean poros en el carbón.
El material se ha vuelto poroso.
ActivaciónLa activación elimina el alquitrán que sigue atrapado en los poros del material. Este proceso aumenta la porosidad del carbón activado y, por tanto, su capacidad de adsorción de contaminantes. ¡Gracias a este paso,
la superficie de adsorción puede ser de entre 500 y 2500m²/g! Hay dos métodos para ello: uno físico y otro químico.
- Físico: De nuevo, el carbón se carboniza a una temperatura muy alta, induciendo un choque térmico con la ayuda de una corriente de aire o vapor.
- Químico: sumergido en un agente químico (por ejemplo, ácido fosfórico), el carbón activado se calienta a una temperatura más baja y luego se enjuaga para eliminar cualquier producto residual.
¿La diferencia entre estos dos métodos?
La activación física forma poros estrechos, mientras que la activación química genera poros más grandes.